Las crónicas de patilla ancha defienden en todo momento a Hermenegildo, del que llegan a decir que cambió las camisetas de Blind Guardian por castellanos, polo y pantalón de pinza; se hizo hermano mayor de nosecuantas hermandades hipalenses y desafió a su padre llamándolo jipi. Por su parte, otras fuentes históricas contemporáneas al hecho histórico como el Kerrang, la Metal Hammer e incluso Rolling Stone, aclaran que "en oyendo el sordo clamor de las monturas de los fedatarios del rey [del metal] Leovigildo, el rebelde Hermenegildo vació sus intestinos sobre la regia vestimenta cortijera (...)".
a la muerte de Leovigildo, Recaredo colgó la chupa de cuero y se dedicó al indie; también fundó la SGAE y la puso en manos de los hermanos Leandro e Isidoro. Fue el fin de Arriano Records: el fin del metal peninsular y el advenimiento del pop "Canto con voz de asco y necesito un logopeda".
San Hermenegildo en éxtasis escuchando a Evanescence. Debajo su padre se lamenta por haberlo enviado de erasmus a Uppsala. |
Jejejejejeje
ResponderEliminarUuualap. Que chorretazo de ingenio, compañero.
Eliminar¿Se refiere usted, anónimo posteador, al texto de la entrada? En ese caso, me alegro de que le guste y bienvenido al blog.
Eliminar¡Sí! ¡Gracias, Don Paco! ¡SABÍA que los Manogüar no mentían! XD
ResponderEliminarJajajaja... Nunca dude de los Manoguar..., ni reniegue de los Yudas. O puede usted correr un destino similar a nuestro Hermenegildo.
EliminarEstá claro. Pero la mujer de Hermeno (pa los coleguis de la congregación) era de peregrinar a las marismas y su cuñada Goswinta era una babydoll. Se veía venir...
ResponderEliminarOf course. Es la maldición del jebi: o acabas con una pija que vota a Vox o con un alter ego metalera que eructa y se pee más fuerte que tú.
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