miércoles, 1 de mayo de 2013

Spanish Inquisition!! (La auténtica, rechace imitaciones)

Existe la Ley de Godwin según la cual, cuando en un grupo de amigos uno se pasa toda la tarde pendiente del puto smartphone aunque sea para ver cómo se actualiza el Accuweather, la conversación, invariablemente acabará incluyendo a Hitler.

Asimismo, cuando tu novia o tu hija se quitan las plataformas que han estrenado en Domingo de Ramos para recorrer descalza el pavimento de media ciudad, ese donde defecan alegremente los perros, escupen los viejos y corretean ratas y cucarachas, porque le duelen los pies, pero luego le dan asco tus calcetines sudados; cuando te invitan a la comunión del hijo mayor de un vecino que acabó zumbándose a tu primera novia mientras tú te ibas de campamento y en cuya "lista de Comunión" (hay que joderse lo tontos que nos volvió el siglo XXI),  lo más barato es la matrícula del grado de “Empresario sin escrúpulos” por la Universidad de Deusto; cuando tu colega ateo se queda sin argumentos al señalarle tú que es imposible que él vaya a pensar a una iglesia, porque lo más cerca que estuvo de pensar fue cuando aquel travelo le preguntó: “¿activo o pasivo?” y pidió el comodín del 50%; cuando una antiabortista te da la chapa mientras esperas el autobús y tú no puedes responderle porque te estás aguantando un pedo desde las ocho de la mañana y si lo sueltas te van a detener por agresión con arma blanca; cuando reclamas la castración química (o física, ¡qué coño!, vivan las tijeras de esquilar oxidadas) preventiva para todos los obispos porque el párroco le ha dicho a tu hermana que tiene un niño muy guapo, antes de ir a bautizarlo...; cuando, en fin, Hitler ya lleva un buen rato prostituido en la boca de todos los comentaristas de la versión on-line del 20minutos... ¡Es el momento de jugar la carta de la Spanish Inquisition!

 
No se me ha ocurrido nada más ingenioso que esta carta, obra original de este crack: http://mawbane.deviantart.com/

La mayoría de los ciudadanos de a pie conocen la institución eclesiástica denominada Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, únicamente porque la han visto en Águila Roja... ¿o era en Alatriste? ¡Bah! Es lo mismo. El resto habla de oídas y con el mismo rigor y conocimiento con el que lo harían del Coco o de la auténtica precuela de Star Wars, esa que George Lucas tenía escrita desde mucho antes de rodar el Episodio IV y que su madre le tiró junto con las revistas guarras al hacer limpieza en su cuarto.

Educación para la Ciudadanía de editorial Canaya, tema 2: la princesa Leia, feminista, republicana y soberanista, padece a manos del emperador centralista PPtine.


¿Y de quién es la culpa de tanta ignorancia y desconocimiento acerca de un órgano fundamental del buen funcionamiento de nuestro país durante tantos siglos? De la archifamosa Leyenda Negra: ese maravilloso invento inglés, subvencionado por la socialdemocracia peninsular y rotundamente desafiada por el ideario nacionalmeseteño, y según el cual, los españoles somos lo peor que ha puesto Dios sobre la Tierra. Culpables de la muerte de cientos de miles de herej..., estooo..., de dulces practicantes del luteranismo; de haber expoliado toda América practicando el genocidio por el conocido método de exterminar a la población indígena como a las cucarachas, a base de polvos; de haber extendido la guerra por todo el continente europeo, obligando a nuestro vecinos a tomarse en serio un país como Holanda, donde fuman grifa, se mueven en bicicleta y hablan no sé cuantos idiomas inútiles en un territorio encharcado y cubierto de nubes todo el año; de haber matado a Jesucristo; de que triunfara el VHS sobre el Beta y de que, por haber provocado el Big Bang, ahora todo quede a tomar por culo del centro.


Sí..., de esto también fuimos culpable, para qué negarlo.

¿Qué intereses perseguían los ilustrados hijos de la Gran Bretaña al cargar sobre nuestras doloridas espaldas semejante cruz? Muy sencillo pero, deténganse un momento para deleitarse con mi exquisito metalenguaje: ¿hablamos de la Inquisición?, escribamos símiles religiosos: “cargar una cruz...” ¡Sublime! ¿Han abandonado sus húmedos pensamientos en los que mi apolínea figura, cubierta tan sólo con el yelmo que luzco en la portada les susurraba metáforas dignas de un exégeta del Antiguo Testamento? Todavía pueden tomarse su tiempo y culminar lo que han comenzado; sabré esperarles...

¿Más relajados? Bien, continuemos. Les decía que tanta inquina tiene una explicación razonable: el pueblo inglés valora la dignidad y la importancia de conservar una actitud positiva y una entereza moral a cualquier precio. Y puesto que Dios Nuestro Señor ya les castigó lo suficiente obligándoles a vivir en unas islas con un clima de mierda, hablar un idioma tan patético que Darth Vader solamente comenzó a dar miedo cuando lo dobló al castellano Constantino Romero, y encima les premió con combinaciones genéticas propias del descarte de los contenedores del Doctor Moreau; nuestros infatigables anglosajones han tenido a bien rescribir su propia Historia y, de camino, la del resto de Europa, bajo la espléndida óptica del que retuerce la paja en el ojo ajeno y se limpia el culo con el canto de la viga del propio.
  
Esto es lo que sucede cuando te invaden sucesivamente los pueblos bárbaros más feos de Europa: celtas, anglos, sajones, daneses, normandos y algún que otro invitado de Jesús Quintero.

Que conste que a mí, personalmente, la actitud del pueblo inglés o, al menos, la de sus historiadores, me parece cojonuda. Si yo voy a ligarme a una chati, lo último que le contaría es que calzo calibre pequeño, que si me tumbo en una cama de velcro me quedo allí pegao y que hice la carrera de Historia; no, desde luego, si quiero mojar el churrito en chocolate. Sin embargo, si algo caracteriza a la idiosincrasia española es la saludable costumbre de actuar conforme a una falta total y absoluta de lógica en aquellos casos donde,
a) puedas sacar algún tipo de beneficio personal y
b) la posibilidad de acabar en juerga esté presente.

Esto es lo que, bajo mi (falsa) modesta opinión, llevó a lo más excelso del pensamiento hispano, tras cuarenta años de cagalera triunfalista un-dos-hip-aro-¡Vaspaña!, a postrarse en el suelo como un vulgar lobo omega y a firmar la declaración de culpabilidad que nos habían escrito, mientras entonábamos el mea culpa y nos lamentábamos de que nada bueno nos hubiera sucedido desde que los apestosos devoradores de cerdos habían expulsado a la cultura babucha de nuestro solar conjunto-de-diecisiete-comunidades-autónomas-algunas-de-ellas-naciones-históricas-juntas-pero-no-revueltas. En cuanto la reina enemiga de Neutrex y el soberano mafioso ganaron la guerra al media hostia de Boabdil, se inició en el Estado el mayor periodo de decadencia y ruina conocido en la Historia de... (entiendan que no puedo escribir España) y que culminaba con la conquista y saqueo de las Américas (cuya peor consecuencia es poder entender a los iberoamericanos cuando te lo echan en cara porque hablan tu mismo idioma), la Inquisición, la expulsión de los judíos, la Contrarreforma, Fernando VII y el mundial del 82.


Según un historiador marxista, terrible momento en el que un sacerdote español, pederasta y amigo de Camps, rocía con ácido de batería de coche a una madre indígena por intentar denunciarle.

A esta alegre corriente de pensamiento progresista se opuso, después del golpe de Estado del 96, perpetrado por la Razón y el Mundo, la máxima revisionista promovida por el aznarismo nacionalmeseteño que propugnaba que, si ESPAÑA (ahora sí, con mayúsculas) iba bien, sería porque lo que contaban de nosotros era pura mentira envidiosa, engordada por los agoreros de la derrotada siniestra expañola. La Leyenda Negra pasaba a dejar de ser un dogma de fe impartido en los recintos de enseñanza pública por profesores drogatas y acomplejados que, de chicos, ellos se quedaban los últimos cuando se rifaban los equipos de fútbol y ellas... bueno, lo que quiera que hicieran las niñas mientras nosotros jugábamos. Anticlericales, antimilitaristas, antipatriotas, anti cualquier cosa que sea divertida, claro. Esos que pensaban que lo ideal era habitar un mundo pacífico, consensuado y solidario... ¡Vamos, una puta mierda donde lo más parecido a una peli de acción podría ser Cristal Oscuro! No, en la boca y la pluma de los nuevos intelectuales, con la desaparición de la excepcionalidad que había supuesto durante ocho siglos (ná, una tarde de domingo mal echá) la ocupación musulmana de la tierra de Santiago y María Santísima, daba comienzo a un periodo glorioso, solamente oscurecido por los infructuosos intentos de la extrema izquierda de jodernos la fiesta, ya fuera en Rocroi, durante la invasión franchute, con la Iª República comunista, con la IIª República judeomasona y con el reinado del señor X y los GAL.


Según historiadores nacionalmeseteños, una prueba evidente de que la Sanidad Pública no es patrimonio de la socialdemocracia. En la imagen, consulta de fisioterapia y rehabilitación en un centro de la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid allá por el 1646.

Se preguntarán ustedes entonces, “¿en qué quedamos?” Y yo, gustosamente les respondo: “¿Lo qué?”

Los hechos históricos que componen la Leyenda Negra son todos verídicos, lo que pasa es que están muy mal contados, con poco arte y mucha mala leche propia de países donde el sol es eso que cuelga del cielo los días que toca hacer inventario de nubes y niebla. Además, que nuestros queridos antepasados hayan sido unos hijos de puta macerados con aceite al ajo, reducción de hiel y espuma de rabia homicida, no convierte al resto de habitantes del apéndice fálico del continente asiático en sesudos hombres de letras. Lo mejor es seguir a rajatabla la teoría Pérez-Reverte: compro toda la mierda sobre nosotros si admitimos inglés como sinónimo de cabrón. Y ahora, para que comprueben que no odio a los albionitas, aquí tienen una de mis citas preferidas de la lengua de Shakespeare: Fuck yeah!

Por tanto, queridísimos lectores, para que ustedes no se sientan más perdidos que Moisés en el desierto (vuelvo a deleitarles, ¿eh?), Páramon Jístori tiene a bien explicarles uno de los greatest hits del billboard de la Black Legend, junto al doble LP de reaggeton “Spanish Conquistadores”. No obstante, yo no voy a detallarles un proceso judicial de la Inquisición, ya que de ello se encargará próximamente el Ministerio de Justicia. O Telecinco si es que le toma la delantera y se decide a llevar a las pantallas la gran producción de Páramon Jístori TV: La Noria, Autos de Fe.


- Reunido el Consejo de la Suprema y General Inquisición, se dictamina que: debe abandonar la Casa, la criptojudía Belén Esteban.
- Se la condena a morir por ingesta de jamón serrano.






Comencemos por uno de los acontecimientos que, primeramente, se relacionan con la actividad funesta de la Santa Inquisición Española®: la expulsión de los judíos.

Ustedes habrán oído, escuchado, leído y hasta visto, toda suerte de noticias acerca de este hecho histórico fechado en el señalado año de 1492 y que los cronistas perroflautas tachan de catástrofe para el futuro de la Formación Profesional Ocupacional (perdimos a tantos y tantos artesanos que ahora no hay quien encuentre a un auténtico profesional), para la Alianza de Civilizaciones (se fueron los próceres del diálogo -armado- entre las tres culturas) y para la banca española (ahora Botín sería el dueño del mundo y lo de Bankia no habría sucedido jamás); pero que la intelectualidad nacionalmeseteña minimiza en sus consecuencias con un elocuente: “mejor para ellos haber sido expulsado entonces, así se libraron de que hubiera que exterminarlos después, en el 36”. Sin embargo, se lo expliquen como se lo expliquen, siempre estarán ante una visión sesgada y demasiado compleja del problema.

Todo este follón lo habrían entendido antes si se lo hubieran explicado de una forma sencilla y amena…; tal que así:

La nueva editorial Tanto monta, monta tanto, estaba dispuesta a relanzar el proyecto España: el juego de rol, que había creado siglos atrás el amiguete Leovigildo Gygax con unos colegas de farra, hartos de los wargames de romanos. Los herederos de la franquicia, se habían dedicado a los naipes y las furcias, y los jeques que presentaron la opa hostil en 711 no estaban por la labor pues, como ustedes saben, el Islam prohíbe la representación de la figura humana y claro, ¿qué es un juego de rol sin ilustraciones?: un triste trabajo de fin de máster, no más. Por eso, sus católicas majestades Isabel de Castilla y Fernando de Aragón (la guarra y el calzonazos según la histoire évènementielle), ante el sindiós que suponían la multitud de ediciones pirata del juego, los suplementos de clanes, profesiones, bestiarios y demás, cortaron por lo sano y se quedaron con el libro básico. De esta manera, a partir de 1492, cuando uno se creaba un PJ (personaje jugador para los que no entiendan la jerga friki-rolera), solamente podía elegir cristiano básico astur-galaico, cristiano básico castellano-leonés, cristiano básico navarro, cristiano básico aragonés, cristiano básico antes conocido como judío y cristiano básico musulmán de momento, chato. Todos ellos tenían una sola profesión: siervo de Caín. Era lo que había; nada de “yo me hago un médico, yo un comerciante levantino, yo un euskal elfo, yo un sureño sin profesión…” Puñetazo en la mesa y, al que no le gustara, ahí tenía enfrente al Tribunal del Santo Oficio que te echaba de la partida rápido.

- Tú el bárbaro, tú el arquero...; acróbata, mago y el caballeroooooo... Dragones y Mazmorras...
- Hay que ver, Alvar, con lo que fue su padre y lo friki que ha salido Alfonsito...
- Calla, Shlomo y sigue con el riff ese de vihuela to guapo...

La segunda cuestión peliaguda respecto a nuestra longeva institución es el temita de las brujas y de las hogueras. El que, con diferencia, más gusta entre los anglosajones de uno y otro lado del océano. Esos españoles cetrinos, vestidos de negro, sonrientes y babeantes de placer mientras las llamas consumen a pobres inocentes acusados de delitos horrendos y prácticas abominables como rechazar un tinto de verano, almorzar antes de las tres de la tarde, hablar en voz baja, no gustarle el fútbol, votar a un partido diferente a PP o PSOE, pagar facturas con IVA, hablar bien un idioma extranjero, leer libros… Todo burdas mentiras porque, cualquiera que haya nacido dentro de las discutidas fronteras ibéricas, sabe que un español nunca trabaja sonriendo.



Esta obra debió titularse: Así trabajamos los españoles.
Sin duda el maestro Berruguete trató de captar en este lienzo la desidia, el tedio y el aburrimiento que rodeaban a cualquier proceso inquisitorial. ¡Si hasta hay un tipo sobado en primera fila! Los únicos que corren deben ser de una subcontrata extranjera, si no, no se entienden las prisas.

Aquí, de lo que los pecan nuestros amigos herejes es de haberse pasado de listos y al final ser los más tontos. Mientras nosotros dilapidábamos los dineros públicos en mantener una infladísima administración de justicia paralela a la civil, para poder enchufar a los de siempre, con unos resultados más que mediocres; los luteranos, calvinistas, anglicanos y demás criaturitas que no saben diferenciar a la Virgen del Carmen de la Inmaculada Concepción, desde un primer momento dejaron el tema de las hogueras a la iniciativa privada y se empecinaron en acusar de brujería a toda mujer que hubiera escapado de las garras de la funesta maldición genética septentrional, empleando el sortilegio de artes nigrománticas “estar buena”. Con esta mentalidad no es de extrañar que, cuando se decidieron a cruzar el charco para colonizar Norteamérica, se llevaran a sus legítimas esposas… Como dirían ellos: LOOOOOSER!


Si prefiere quemar a las brujas de la izquierda, usted no merece comer tortilla de patatas nunca más.

En fin, poco más queda por contar. La Inquisición Española se convirtió en un chiringuito perpetuo más de nuestra corrupta piel de toro y solamente fue abolida cuando ya tenían preparado el siguiente: los partidos políticos. Aunque esa ya es otra historia. A pesar de todo, no podemos olvidar que gran parte del éxito de dicha organización fue la estructuración de una jerarquía bien definida, el reparto de funciones y la existencia de un procedimiento administrativo bien desarrollado; para que luego digan que los funcionarios españoles no trabajan bien. A ver si toma nota nuestro gobierno y, en lugar de tanto privatizar, pone todos los servicios públicos en manos de la Iglesia de una vez por todas.

Amén.

10 comentarios:

  1. Mecier Paco, es Ud. un subversivo. Acabará VM en el sillón de orejas*, y luego todo serán quejas, rechinar de dientes y apelaciones a la democracia... :)
    Mi enhorabuena :)

    *AKA "comfy chair"

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    1. En el sillón de orejas... Hummmm... No sé por qué pero me da que no es algo agradable... Jajajaja.

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    2. Bueno... juzgue Ud. mismo... :

      http://www.youtube.com/watch?v=oJZ2m6_T1wc

      Vale la pena verlo completo, claro, pero para los impacientes... a partir del minuto 4:41 para el sketch completo, y a partir del minuto 7:30 si carecen uds. absolutamente de sensibilidad y buen gusto, y simplemente quieren ver de donde viene la referencia, renunciando conscientemente a disfrutar de algunos momentos particularmente brillantes de estos incuestionables genios del humor.
      A su servicio :)

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    3. Visto al completo, caballero...
      ¡Cuánto le debe este post a estos monstruos del humor!
      Gracias por el enlace.

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    4. Señor, su litio. Creo que se olvidó tomarlo antes de escribir :-)

      Genial, pácorer!!!

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  2. Jajaja... Gracias, don Yllart. ¿Me lo echa en el gintonic?

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  3. Primero, no fue la única que expulsó a los judíos en Europa, ni tampoco la primera que implantó la inquisición. El derecho por el que nos regimos lo recopiló ella y se encargó de que todo el arte de la época fuera preservado. En el descubrimiento de América intentó proteger a los autóctonos. AHORA, PIENSE ANTES DE LLAMARLA GUARRA, PORQUE ELLA HA HECHO MÁS POR ESTE PAÍS QUE TODOS LOS POLÍTICOS DESDE LA ENTRADA DEL CONSTITUCIONALISMO EN ESPAÑA.SI LA VA A LLAMAR GUARRA, PRIMERO HABLEMOS DE OTROS REYES...

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    1. ¡Ah! Nada como un anónimo exaltado defendiendo a un cadáver centenario para darle lustre a este blog decadente...
      Con mayúsculas incluidas, mire usté, todo un clásico...
      Creo que se ha equivocado, el blog de El País/El Mundo/Libertad Digital/Público... está unos megabytes más a la derecha (o a la izquierda, como prefiera). Aquí, como podrá comprobar, solamente admito comentarios aduladores y sincero peloteo.

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