Ser miembro de la tribu de los alanos se había
convertido en una mierda alrededor del año 418 d.C. Sí, vale, molabas porque
eras un bárbaro auténtico, de sociedad nómada y pastoril; el puto Hell Angel de
las migraciones germánicas en la Antigüedad Tardía. El merchandising que ibas a
generar en el futuro rivalizaría con el de Star Wars y, al contrario que las
mariconas de los jedis, a ti te venerarían miembros del sexo masculino,
heterosexuales, carnívoros y bien proporcionados; no gordos vírgenes y otros fanáticos
del zen vegano.
A la izquierda, ¡una ídola, una crack, una diosa antigua del pueblo alano! A la derecha... pffff, ¡bwahahahahahaha! |
Pero, hoy por hoy, la cosa se había puesto muy chunga.
Ya debías de habértelo olido hace unos años: el desempleo estaba por las nubes
pero, asaltar una oficina del Inem romano más allá del Rhin aprovechando que el
río estaba congelado, no había sido una buena idea en el fondo, no. Y menos si
lo hacías junto a los suevos, unos catetos obsesionados con las subvenciones
del subsidio agrario de Roma; los vándalos asdingos, unos canis cuyo dios
pagano era un cantaor indoeuropeo de la Bactriana, y los vándalos silingos,
unos pastilleros que adoraban a una espada clavada en el suelo –tócate los
cojones—y con tendencias destructivas alarmantes. Las posibilidades de acabar
en un epic fail eran muy altas pero coño, ¡qué movidón, colega!: Roma no pudo
conseguir antidisturbios suficientes para desalojaros y al final os quedasteis
en la Galia…
De izquierda a derecha: guerreros suevos, vándalos asdingos y vándalos silingos, tal y como los describe la Crónica de Hydacio en el siglo V d.C. |
¡En la Galia, macho! ¡Toma!
¡Triunfazo!: vino, aceite, trigo y tías limpitas y liberales… El Paraiso
arriano, joder. ¡Os había tocado la lotería de Wotan; el premio gordo de los Nibelungos! Que sí, que a la gente le gusta mucho la imagen del bárbaro libre, salvaje e indómito; pero lo que mola de verdad es comer todos los días, y a ser posible dieta mediterránea, que a la larga las arterias se resienten con tanto jabalí, tanto venado y tanta manteca. Los bosques está bien para un rato: para cazar, ir a por leña y poder cagar a gusto lejos de la choza. Para todo lo demás, los árboles mejor cortaditos y apilados en la chimenea. Y al que le mole la mugre, la peste a choto, la barriga cervecera y las novias feas, que se meta a recreacionista.
Así comienza una de las leyendas germanas más famosas: "Fuése Ememberga al bosque a mear tranquila y encontróse al pueblo antiguo mirándole el culo...". En antiguo alemán rima mejor, lo juro. |
Pero luego os liaron, reconócelo. A la peña dejó de ponerle pinocho la vendimia, las baguetes y el sexo oral en todas y cada una de las relaciones con las galorromanas. Entonces algunos empezaron a hablar de Hispania: que si se vivía mucho mejor que en la Galia, que tenía mejor aceite de oliva, que las tías estaban más buenas, que la liga de fútbol era mucho mejor, que el sector inmobiliario había experimentado un proceso de expansión sin precedentes, debido a la tendencia del hispanorromano medio a invertir en el opus latericium y, por ende, había trabajo para todo el mundo en los albañiles…
Constantinus Speculator Maximus. Moneda conmemorativa de la primera junta de accionistas de Bankia. |
Desde luego que fuisteis gilipollas: escuchar las promesas de un césar
hispano coronado por el general britano de otro usurpador que se creía heredero
de Constantino el Grande… ¡Menuda panda de especuladores! Porque al principio todo fue de
puta madre: llegasteis, repartisteis un buen puñado de hostias para llegar a un
buen convenio laboral con los hispanorromanos y, para más suerte, a los alanos
os tocaron dos provincias romanas en el reparto del PGOU: la Lusitania
y la Cartaginense. De costa a costa para echar el fin de semana después del
tajo a lomos de tu montura por las vías romanas, las autobahn del Bajo Imperio… Que se jodieran suevos y vándalos y Up
the Irons!, hostias.
Sin embargo, lo bueno no podía durar. El emperador Honorio pinchó la burbuja de los usurpadores Constantino III, Máximo y Joviano; intervino Hispania y os mandó de nuevo al paro a todos. Luego llamó a sus aliados visigodos para que os aporrearan por toda la Península, hasta que depusierais vuestra actitud violenta y cesarais en vuestras reivindicaciones. ¡Qué hijoputas los visigodos! Los típicos colegas de farra que, en cuanto se echan novia, aparcan la Harley y se meten a legionario. Y entre el 417 y el 418, estos traidores a la causa bárbara os dieron palos hasta en el carné de foederati.
Hispania según el PGOU del año 410 d.C. En fucsia suelo VPO del ayuntamiento de Tarraco. |
Sin embargo, lo bueno no podía durar. El emperador Honorio pinchó la burbuja de los usurpadores Constantino III, Máximo y Joviano; intervino Hispania y os mandó de nuevo al paro a todos. Luego llamó a sus aliados visigodos para que os aporrearan por toda la Península, hasta que depusierais vuestra actitud violenta y cesarais en vuestras reivindicaciones. ¡Qué hijoputas los visigodos! Los típicos colegas de farra que, en cuanto se echan novia, aparcan la Harley y se meten a legionario. Y entre el 417 y el 418, estos traidores a la causa bárbara os dieron palos hasta en el carné de foederati.
Y ahora te ves en la puta ruina. Con un título de FP de Grado Medio de
Incursor Bárbaro expedido por Teodosio, que no te lo convalidan salvo las
prácticas de razzias y saqueos de empresas. No te queda más remedio que
juntarte otra vez con los suevos y los vándalos lolailos en la Gallaecia, a
tocar la gaita, o bajarte al sur y trabajar de segurata de los cortijeros de la
Bética de patilla laticlavia (patilla de hacha para los que solamente hablan germano
antiguo), a cambio de los papeles de residencia temporal.
Eso o, claro está, hacerte madero como los visigodos.
Aunque a ti te da igual. Lo importante es que te dejen tu espada, tu
montura y tus CDs de Black Metal escandinavo…
¡Me mataaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!¡Jajajajajajajajajajajajajajajajajaja!
ResponderEliminarJejeje... Me alegro de que te guste.
EliminarEl escojone, Domine Paco. El escojone máximo :)
ResponderEliminarMuchas gracias, monsieur. Seguiré esforzándome para no defraudarles. :)
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